Por puro egoísmo… Una visión profunda de la vida.

En el mundo hay negros, blancos, chinos, gente más veloz y gente más inteligente, gente más generosa o menos, en distintas proporciones… Pero la humanidad viene al 50% en dos sexos. No más. No menos. La mitad -aprox.- pertenece a uno y la otra mitad a otro… las otras cualidades o particularidades, se reparten por igual en ambos. Quizá con matices que enriquecen y hacen que 1+1 sea infinito cuando la suma incluye el conjunto total. Quiero a los más capaces, a los más sensibles, a los más creativos, a los más expertos, a aquellos con más talento, desarrollándose personalmente en beneficio de todos -yo incluido- y por eso, me enferma, que me hurten los beneficios que me aportarían muchas de las personas con esas capacidades o valores, por ser mujeres. Una Humanidad, toda la diversidad, dos sexos, distintos, pero igualmente imprescindible 1 + 0,5 = 0. Así lo veo, así lo siento. Dos sexos, no opuestos, imprescindibles, cada uno, en su complementariedad para una Humanidad sana. ¡Qué digo! Para que la misma Humanidad pueda existir. ¿Claro?

Y que me perdonen, las victimas de la violencia de género somos todos. Los violentos, por lo general son de mi sexo: hombres. Es lo que hay… y sí la cúspide de esa pirámide está formada por mujeres, pero hijos, padres, hermanos somos también victimas, como lo son hijas, madres y hermanas. Cuando hay un cadaver es el de una mujer y el asesino es un hombre. Eso es cierto.

Todo ello dicho, como siempre -aunque el tono no lo manifieste- desde la humildad de la ignorancia. Siempre listo para serlo un poco menos siendo corregido por cualquiera. 😉

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