Una llamada intempestiva: Ignacio Burgos sobre «Horacio Alcalá»!

El teléfono impertinente. Lo miro de mala gana, veo la cara de Nacho -mi amigo el pintor Ignacio Burgos– y me cambia el ánimo. Nacho siempre llama, tarde o temprano, lo comparte todo con una generosidad pasmosa -será porque estudió en Berlín, o porque es de Marte- y, a mí, que no me muevo de esté sofá de adicto al baboseo de On.ignorance me abre ventanas insospechadas. «Veinte años Nacho?» y me sigue sorprendiendo, animando, haciéndome creer en los mundos paralelos. Oh, yes! sólo hay que preguntarle a la física cuántica.

  • Nachooooo
  • ¿Qué tal en la Toscana?
  • Pufff, eso fue hace siglos (hace en realidad una semana?) vamos a hablar de hace una hora mejor.

Lo siguiente que viene, lo de «hace una hora» es privado. Intenso. Cíclico. Asusta y hace respetar. Estoy acostumbrado, Nacho es amigo, de los días y de las horas, pero su vida es hexadimensional. Nada similar a algo que yo haya conocido de cerca. True, no conocí a Francis Bacon, pero he visto documentales de Pollock y los dos pisan las colillas de la misma forma, encima o no, de los cuadros.

Viajamos juntos. Una dosis de magia y esa cosa que llamamos talento y, en su caso, vida con el corazón latiendo sanguinolento colgado del llavero.

Me habla de dos personas, de Horacio Alcalá «¿quien es Nacho?» «mira el trailer de su película, contáctale para que la veas entera. Míralo y me llamas». La película se llama Grazing the Sky, lo miro… lo había visto un día… uno de esos días en los que uno se felicita por haberse levantado y haber dado unas bocanadas de oxigeno: su forma de rodar, de escribir, de mirar, de penetrar. Su forma de la belleza poco complaciente pero blanca como una diana.

  • «Ya»
  • «Y..?»

Siempre hay ilusión en los rincones de la vida de Nacho. Luego va dejando por ahí cuadros, como quien deja los restos después de cortarse las uñas. Algunos -muchos los vende- otros, se vuelven evanescentes. Hay dibujos también. Monstruos cariñosos, espaldas amistosas de ogros protectores, putas de Montecarlo o pandas y gorilas manipulados genéticamente con un pincel, una salpicadura o un borrón. Una cara tachada. Tristeza. Vida.

«Contacta a Isabel Alonso«.

Period.

Lo hago inmediatamente como se hacen estas cosas de forma apriorística hoy en día: en Internet -ya, fatal-, aunque siempre había oído su nombre en boca de Nacho: Me encuentro con ectoplasmas brumosos atrapados en una reminiscencia del Richter primigenio. Me enamoro un poco, claro y quiero-quiero-quiero ver su secuestro de nubes en directo. No tengo billete para Colonia, pero yo, como Tomás, veré a pesar de mis pecados.

http://www.ignacioburgos.es/web/index.php/es/
Catálogo de obra de Isabel Alonso

¿Será Nacho en realidad un medium?  Naaa… que va. Sólo una compañía vital que es una Gracia más que no deja de llenar esta botella sin fondo.

Thank You Lord.

NOTA: HABEIS VISTO EL TRAILER DE GRAIZING THE SKY?? Pues ya estáis tardando. 😉