«Transparencia», Enrique Dans da en el clavo: Mi patéticamente largo comentario.

Enrique Dans, da en mi opinión en el clavo hoy con su columna sobre «Sobresueldos y Transparencia«.

No voy a reelaborar aquí lo que he escrito en los comentarios de forma patéticamente extensa. Una -sólo una entre tantas- de mis asignaturas pendientes es la capacidad de síntesis. En fin este es el comentario tal cual…

«Para mí la Educación es la única respuesta al futuro de España (que es, o debería ser el conjunto de los españoles.) Y en la educación ya viene incluida con normalidad, la relación entre esfuerzo, talento, capacidad y recompensa. Justicia e igualdad pueden ser términos contrapuestos. Tratar igual a quien trabaja más, estudia más se esfuerza más o tiene más capacidad o talento que quien no tiene o “hace” estos componentes del trabajo es injusto. Otra cosa es que quienes más ganen, contribuyan, via impuestos, de forma progresiva y razonable a la ayuda a quienes tienen situaciones objetivas y no voluntarias de menor capacidad o productividad es una necesidad imprescindible en una sociedad justa y funcional. Aprender a reconocer que hay a quien le gusta trabajar y esforzarse, y que -al igual que un jugador de futbol- hay quien tiene capacidades que nos benefician a todos, ya sea en la empresa, el gobierno o la Administración, y que su recompensa es un incentivo que repercute en beneficio de todos es algo que se debería aprender con normalidad en la escuela. He sido profesor y en los claustros siempre se intentaba ayudar al menos capaz. La felicidad no proviene, en mi opinión, de la igualdad entre desiguales, sino de la aceptación de las propias capacidades y aptitudes, y de un apoyo compensatorio para casos necesarios. Si tuviera un ídolo, sería la transparencia, porque la realidad siempre sana. En Estados Unidos, es común preguntar en una reunión “how much are you worth it”, -cuanto ganas, más o menos, pero también cuanto vales-, y se solía contestar con espontaneidad en una sociedad anglosajona de principios puritanos donde el esfuerzo, la capacidad y la riqueza no sólo no están mal visto, sino que son apreciados por todos como valores positivos. Soy periodista, y no creo que dos periodistas que ocupen la misma posición tengan que ganar el mismo sueldo -o en EEUU, el bonus tiende corregir injusticias-. Hay quienes publican continuamente exclusivas que venden más periódicos, o quienes escriben de forma atractiva y enganchan a los lectores y eso beneficia a todos, porque hace que la compañía vaya mejor. El comunismo es otra forma de pensar. A lo largo de mi vida me he encontrado personas más capaces que yo y personas menos capaces, personas que trabajaban con una intensidad de la que yo no soy capaz y personas que con cumplir consideraban que era suficiente -y lo es-… son opciones vitales. La envidia, es una forma, en mi opinión, incorrecta de estar en el mundo que aparta del equilibrio y aleja de niveles altos de felicidad. Ni un guapo es más feliz que un feo necesariamente, ni un rico que una persona de ingresos justos. Todos tenemos un talento para algo, que el trabajo que se realiza, se aproxime a ese talento contribuye más al bienestar personal que la remuneración. No voy a citar estudios al respecto, pero seguro que el profesor Dans, los ha citado o citará en más de una ocasión. No me cabe la menor duda de que él mismo, gana mucho más que yo. Y me parece algo absolutamente normal… sus opiniones y conocimientos atraen lectores y estudiantes. Saber lo que gana exactamente, que imagino que es mucho, no sólo no me escandalizaría, sino que me parecería, casi con toda probabilidad poco, comparado con lo que ganan otras personas, cuyo nivel de información y síntesis, no implica el nivel de esfuerzo y talento que todos reconocemos al leer y beneficiarnos de su trabajo. Es un concepto capitalista, pero es que no todos los conceptos capitalistas son malos, como no todos los socialistas son buenos. La transparencia, en todo, educa, y ayuda a estar de forma más armónica en el mundo. Todo es mi opinión claro, pero hay mucho en ella de “hechos” demostrados por numerosos estudios de psicología positiva. Siento haberme alargado. Disculpas».