A veces va uno y se topa, así, sin más, con la belleza. Como pasó una vez a los 16 años –o a los 17 o a los 20- cuando escuchaste a Brell y te encontraste, de pronto, con una piel que no era la tuya. La belleza está, así, sin más, de paso por Madrid… y es una belleza rara porque es perfecta. Búsquese a los mejores acróbatas, déseles un cuerpo perfecto, una cara perfecta, una belleza justa y una sensibilidad sofisticada y honesta. Hágaseles ejecutar acrobacias nuevas y vístaseles con una iluminación espectacular y una música con sensibilidad épica de DJ hiper-postmoderno. Créese «Circa» y descánsese, luego, una semana entera porque, no siendo divino, acto de creación semejante ha de rozar el límite de lo humano.
Claro que hay mucho de exageración e hipérbole en todo esto, pero como me dijo una vez Pina Bausch al negarme una entrevista «¿Cómo vas a contar tú en palabras lo que yo hago?» A mí no me molestó nada la negativa, porque me di cuenta de que para ELLA, el baile era previo a la palabra en sí, y no era un problema necesariamente con el periodista –que seguro que también-, sino con el verbo y su limitación expresiva. Y aquí estoy yo, pasmado, sin aprender nada, escribiendo sobre lo inexplicable. Sobre lo que le deja mudo a uno.
Nunca me gustó el circo, ni de pequeño. Hasta ayer. Ver escalar el tacón rojo de una mujer bellísima, por la piel blanca de un hombre que yace como un Caravaggio estricto al pie de la luz perfecta, es puro neo-modernismo. ¿O no? Que no fui yo el que escribió lo de «Cuando quiero llorar no lloro… y a veces lloro sin querer» sino Rubén Darío en un poema que tituló, cómo no, «Canción de otoño en primavera«. No es cosa de presentarles la perfección… pero ese tacón, tenía que doler lo suyo.
CIRCA
Dirección artística de Yaron Lifschitz
Del 24 al 28 de mayo
a las 20 horas
Estreno en España
País: Australia
Duración aprox.: 1 hora y 20 minutos (sin intermedio)
PUBLICADO EN: yodona.com / viernes 27/05/2011