¿Cómo era? «En España, de 10 cabezas, 9 embisten -contra el propio toro si hace falta como se está viendo- y una piensa! Bueno, pues esta mañana me he encontrado, deliciosamente, con la que piensa. Que frescor tempranero entre tanta putrefacción mediática que es de lo que se alimentan los «Maduros» que en el mundo han sido.
«La necrofilia española es un desorden colectivo de la afectividad que no tiene cura. El necrófilo se alimenta de muertos, del mismo modo que el Minotauro exigía carne paritaria -siete mozos y siete doncellas- para entretener el hambre en el laberinto. De la heroína hay quien ha salido, pero de la necrofilia aquí no sale nadie y la única solución es conllevarla, como el independentismo. Si cualquier toxicómano recurre a la metadona, el necrófilo debe acostumbrarse a tolerar excentricidades como la vida, el presente y el futuro en pequeñas dosis. Pero siempre está expuesto a una recaída majestuosa, la de ese dipsómano que atraca el minibar a la vuelta de una reunión de alcohólicos anónimos. El Valle de los Caídos es el gran minibar del más reincidente necrófilo ibérico, que es el antifranquista. (Sigue en) «Considerando en frío»
FUENTE: Diario El Mundo