Jerónimo Álvarez: Un enorme talento que te hace humilde!

I mean… esto es España ¿no? Así que me equivoco. Me encuentro una vez más con un trabajo de Jeronimo Álvarez y lo primero que siento es vergüenza. Recuerdo una conversación en medio de la faena pontificando de política y Jero, uno de los fotógrafos con los que trabajaba cubriendo el Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid me espetó sin levantar lo más mínimo el tono y sin más mínima sombra de timbre bronco, «Nica tienes que respetar que haya gente que pensemos distinto y que tengamos nuestras razones para pensar así». Algo parecido. Esas palabras son la definición de tolerancia. Como soy un imbécil presuntuoso, sólo con el tiempo, me he dado cuenta del nivel de talento y profesionalidad de alguien con quien todo era fácil: «siempre a favor de la faena».

«Nica tienes que respetar que haya gente que pensemos distinto y que tengamos nuestras razones para pensar así».

Naturalmente,  ya entonces me entusiasmaba y sorprendían las fotos de Jerónimo Álvarez, Simone Nicotta, «Simo», me lo había «adjudicado» con Dani, para hacer un «portfolio» del Festival para Yo Dona que fue posible gracias a Charo Izquierdo, la mejor directora que he tenido -de largo- junto con Pepe Rivas de Ajoblanco. Si no recuerdo mal todo empezó con Angélica Liddell. No, miento, antes fue Israel Galván. «Me gustaría hacerlo con una máscara» me dijo. Me asusté, pero no dije nada («¿una máscara?»). Terminado el trabajo me di cuenta lo que había en su cabeza desde el principio. Y me sobrepasó. Desde entonces, a pesar de mi insoportable comportamiento en el trabajo -pura inseguridad-, siempre trabajar con él era ir sobre seguro. Y en las peores condiciones posibles. Cada shooting era un reto. Un imposible. Una de sus fotos, a la galerista ENORME que es Helga de Alvear, no le gustó a Helga a la que yo se las había enseñado -error- en pleno ataque de entusiasmo. Helga tiene una imagen de si misma y no era la imagen de la fotografía. Pidió -hoy lo puedo contar, creo que es informativo y honesto- que la foto no saliera. Hubo discusión en la redacción de aquella revista que fue un día Yo Dona, en cuya portada salían mujeres como Amparo Moraleda -9 años presidenta de IBM-, la misma presidenta de Microsof Ibérica, o Anny Leibovitz en una exclusiva arrebatada a dentelladas y años de trabajo a Condé Nast. Era un debate de ética periodística. A pesar de mis modales de mal borracho, creo que soy una persona respetuosa y hubo un punto en el que entendí el «derecho» de una persona, una profesional, no un personaje, sobre su propia imagen. La fotografía periodística, no es fotografía artística, aunque ambos enfoques pueden y es deseable que se encuentren. Como periodista, me cuesta aceptar del todo, la ética y el rigor que exige asumir, cuando no eres un personaje público, que tomen tu imagen y tu palabra y la publiquen, y aceptes que se darán con la certeza suficiente como para que la «veracidad» y la «pertinencia» predominen. Charo, escuchó mis argumentos, los de otros miembros de la redacción y tomó una decisión: «Se publica».

Al tercer año, Canon patrocinó una exposición en Los Teatros del Canal del resultado del la colaboración de Yo Dona con el Festival. En mi opinión -tenga esta el valor que tenga- el nivel era muy alto. Más teniendo en cuenta los presupuestos, tiempos y restricciones en que se habían realizado.

Desde entonces, mi admiración por el trabajo de Jerónimo Álvarez no ha hecho otra cosa que crecer. Hoy me he encontrado con una de sus fotos y con un video que me ha dejado estupefacto-estupefaciente y me ha recordado que Herb Ritts, también alternó su carrera como fotógrafo con la dirección de videoclips musicales, como el de los «sirenos» de Madonna.

Este es el vídeo:

 

Lekuona – Cool Artist from Lekuona on Vimeo.

Esta es la Web de Jerónimo www.jeronimoalvarez.com

y este su tumblr (aquí)