State of Mind: 59 pestañas abiertas en el navegador

Parte de guerra en Tossa. Me levanto a las 7:00 am. La casa parece Aleppo, cambio de encimera de la cocina, lavabo, grifo –12 azulejos rotos al desmontar-, la cosa no progresa; taladro-broca bloqueado -no encuentro el 3 en 1- con lo cual no puedo hacer agujero para grifo. Llave de paso general… pasada, llaves de corte en grifo fregadero inexistentes, colocadas! Plantas: gritos de «pódame, riégame -no entiendo como siguen vivas-, abóname. Maleta de viaje a Sevilla, por deshacer, tele: rota. Ortega -ordenador, principal- en perfecto funcionamiento -hurrayyy-. Recojo durante 4 horas y pasamos de Aleppo a la zona oficial de Bagdad, pero en peor. Decido hacer un break -lo pongo en English, porque me sale de «potorro» que diría Antonia San JuanASJ –, y porque es la lengua franca del mundo pese a los españoles tipo Terelu Campos que se niega, no por falta de medios, a hablarlo, aprenderlo o a escucharlo-, y me pongo con la «agenda» de tareas del día. Bancos: lo primero, es necesario conocer el estado de los números rojos, doy al link y ¡zas! se me abre una pestaña nu-e-va, en el navegador. Curioso yo, como no caben todas las que tengo abiertas en la pantalla de 17 pulgadas del monitor, le doy a la flechita, y cuento: 59 pestañas abiertas de cosas para hacer, leer, o recordar. Y con este pequeño matiz en el estado de cosas de esta «zona de guerra» que es mi vida, son ya las 11:28 am. Ni un café, ni na. Aún así, con el cuerpo que duele sólo de respirar, creo que he decidido que me «pone» el día. A saber…

Nicanor Cardeñosa