Diario B: “Me duele la amistad (IV)”!, (Reflexiones)

Rosas Negras. Nicanor J. Cardeñosa

Yo. Llevo días queriendo, necesitando, escribir el cuarto capítulo de sobre la amistad. Una serie, que supongo, es un auténtico plomazo. Me he levantado haciendo algo que quería hacer desde hace un año, un jardín colgante en la terraza. Me he  puesto, he movido totas las plantas, caos total, he hecho cuatro taladros -faltan otros cuatro- y me he detenido con todo el salón hecho una selva. Este soy yo. Especialista en no pensar, actuar  y dejar las cosas sin terminar. Así toda mi vida. Con la Amistad, con las amistades creo que he sido distinto. Me he dado como me doy siempre, incondicionalmente, sin prevención alguna, de una forma casi suicida.. Abrumadora, supongo. Trabajé en un gráfico para esta entrada, bueno dos, y estoy feliz con el resultado de este. Esto es lo que quería.

La realidad, es que he empezado esta serie sin leer lo suficiente, sin prepararme lo suficiente, sin haber analizado lo suficiente. Y las cosas así no se hacen. ¿O sí? A veces  si uno piensa en las consecuencias de las cosas, las cosas son distintas a las que salen de ese sitio profundo que es la necesidad humana. Pero sabia, hoy, y ayer sabía, que el análisis de la amistad, que siempre tiene un componente de dos, se iba a volver, tarde o temprano, un nadar en mi mismo, un operar en la mismedad -esa cosa que es previa al yo, pero que ya es mi vida- Y ¿yo? que doy yo a la amistad. ¿Cómo soy yo como amigo?

Encuentro, bendita Popova, una cita de Simon Veil:

It is a fault to wish to be understood before we have made ourselves clear to ourselves.

(Es culpa nuestra querer ser entendidos antes de habernos hecho a nosotros claros -transparentes, pondría yo- a nosotros mismo.) En traducción libre sobre la marcha.

[…]

To desire friendship is a great fault. Friendship should be a gratuitous joy like those afforded by art or life. We must refuse it so that we may be worthy to receive it; it is of the order of grace. It is one of those things which are added unto us. Every dream of friendship deserves to be shattered… Friendship is not to be sought, not to be dreamed, not to be desired; it is to be exercised (it is a virtue).

Desear la amistad es un gran error -¿culpa?-. La amistad debería ser una alegría como las que da la vida o el arte. Debemos rechazar que podemos ser merecedores de recibirla; está en el orden de la gracia. Es una de esas cosas que se nos brindan. Cada sueño de amistad merece ser reprimido/frustrado… La amistad es no ha de ser buscada, no ha de ser soñada, no ha de ser deseada; ha de ser ejercida (es una virtud)

[…]

🙁 Yes. Tiene rázón. La amistad es una flor que surje en el jardín de la vida -cursi, muy cursi- de forma espontánea. Yo he sido afortunado… y he visto, por lo general a la gente orbitar hacia mí por alguna razón que se me escapa. Como la belleza física -que no poseo- el magnetismo personal, es una cosa que te cae encima y aprendes a manejar como puedes. Es algo que se desarrolló tardíamente, post-adolescencia, de niño fui un niño solitario y sin amigos.

Uff, uff, que difícil… estoy poniendo el corazón y las vísceras en la casquería, y me resulta doloroso. Y mira que en esto siempre he saltado sobre las brasas del pánico y el dolor porque lo considero mi peaje de escritor. Pero tengo 64 años, vivo, después de haber vivido entre millones, entre unos pocos y he recibido, una vez más, hace demasiado poco, la puñalada del amigo en carne viva y el regodeo, hasta el sadismo -del mal puro, o  del niño que no ha crecido, que viee a ser lo mismo-, no bastó la herida, escarbar en la inocencia del ecce-homo fue el vicio. También acabo de vivir lo que Veil -con razón o quizá sin ella  sancióna en su belleza- la  amistad encontrada cuando, donde, y a resultas de lo que no esperaba.

Lo dejo aquí de momento sin terminar. No hay aire en e  mundo que me permita respirar en el ojo del huracán del Mito.

«Keep your solitude… When you are given true affection there will be no opposition between interior solitude and friendship, quite the reverse.» -me dice Veil desde su inmortalidad de persona humana, desde su voz de páginas y tinta. (Algo así como «Mantén tu soledad… Cuando se te de verdadero afecto, no habrá oposición entre la soledad interior y la amistad, más bien al contrario».

«Mantén tu soledad… Cuando se te de verdadero afecto, no habrá oposición entre la soledad interior y la amistad, más bien al contrario». – Simon Veil –

Continuará…. este mismo capítulo… pero ahora necesito unos puntos de sutura…. me desangro.

«El médico dio unos puntos de sutura, y le separó del hogar primigenio que había quedado ligeramente herido, envuelto en placenta, sintió por primera vez el frio del mundo que le quemó despiadadamente con oxigeno los pulmones anunciando lo irreversible de la vida hasta el

No puedo…