# devotaylomba o ¿porqué se ha perdido la costumbre de aplaudir un pieza brutalmenteimpresionate en un desfile de moda? No lo entiendo.
A ver, yo esto ya lo he contado. Pero me repito, al contrario que el wasabi, ante el cual no encuentro límite, salgo con la nariz como de un balneario. Iba yo con Carmen Navarro corriendo al estreno de un espectáculo de Farruquito pre-desgracia, y llegabamos tarde. Devota & Lomba producía Mercado Inmobilirio, la única obra de teatro que he estrenado y llegabamos tarde. Carmen iba de «Modesto» de arriba abajo, pelo corto, supongo que de Cucarella, no quisiera equivocarme, labio rojo, y los dos corriamos porque llegabamos más bien tirando a tardísimo. En esto que nos cruzamos con Roger Salas, a la sazón crítico de danza y moda de El País y, yo creo que sin reconocernos para nada, miró a Carmen corriendo y le soltó un «¡divina!» que le salió del alma -si le pasa un segundo por el cerebro no lo dice… bueno es él-, pero la belleza es lo que tiene, que a veces no te puedes contener. Luego el estreno acabó como el Rosario de la Aurora… pero eso lo dejo para otro día. (Video robado resumen en el centro y completo al final)
# devotaylomba o Devota & Lomba
A lo que voy… yo conocí a Devota & Lomba haciendo monjas -no iban a hacer a Valentino que estaba muy visto-, todo madrid lo decía y el Vanity Fair americano tambien que les sacó un artículo cuando España en moda la prima de riesgo estaba por las nubes. Total, que un día estoy con dos amigas una de ellas «crítica» de moda y al salir del estudio va y dice… «es maravilloso, pero claro, es tan poco sexy». Supongo que había comenzado -hace alguna década- la moda del «no misterio esto es lo que hay», y se había acabado la de las sutilezas de una piel blanca prohibida por la quee podrías morir de amor. Yo, que no se nada de nada de moda, me quedé a cuadros. La crítica quería un polvo, no un enamorado por eso no quería ir «divina», sino putón. Como no doy nombres, a mi plin. Es cierto y period.
FUENTE: Robo decarado a #Alvarocorrales
A ver, esa cosa de ver un abrigo largo, bien cortado, bien cosido, con movimiento y el toque «sutil» de que por detrás llega hasta un poco por debajo de la «paletilla» para dejar ver el rastro de un vestido hueso donde todo es poesía, deseo y un «adios» de suicidio… y no aplaudir, cuando la modelo se da la vuelta y nos deja «evaporados». Pues mal. Es verdad que aquí somos muy atrevidos y los de «Salvamé» te montan una cosa-casi-terrorista (supuestametne) donde desfila hasta la más fea y sus hermanas y opina todiós; pero no es eso a lo que me refiero… es a ese vestido mini con un «wasabi» en la parte inferior izquierda que es como de «me siento aquí y os quedais muertas todas sin un mínimo aspaviento». Luego lo de no sexy, no sexy… habrá quedado para la historia, porque la falda esa sobre con top sobre, a lo «Fedex», pero diseñado por Sir Apple que ha engordado mucho, por cierto… -Jonathan Ive, para los mortales-, donde todo invita a palpar hacia arriba, sin ver -que la vista es muy traidora y el tacto muy gustoso-, sobre un ombliguito que ni a Franco hubiera escandalizado. Y luego, y ya acabo, esa cosa binaria como del futuro, un vuelo que rebela un azul pegado por dentro a una piel deseada… en fin, que que sosos los del público y la crítica. Yo creo que todos-as tienen miendo a que esté Anna Wintour sin gafas y nadie reconozca y se levante y le de un sopapo a cualqueira por aplaudir a destiempo. Cosa que no creo porque ella respeta el talento.
Acabo. Acabo. Como soy un cafre, pues no tengo el material para ponerlo. Así que lo robo, de Instagram con atribuciones… algunas del del propio Modesto y un video de fin de desfile que a mi siempre me pone, porque es donde se ve si la colección es una colección de moda o un salpicón de marisco.
FUENTE: devotaylomba con fuente de vogue.es
Ale. Mirad y, sobre todo, comprad. Prada esta bien… pero con despiste con un poco de despiste ¿no? No, en serio… hay que ir de Devota & Lomba porque siempre se va bien, se destaca por lo sutil y te envidia todo el mundo, ya sea en el Bellas Artes, rompiendote un tacón indignada en Sol, o el la Opera viendo cualquier tontería.
Ah y, por favor, no confundamos estilismo con moda. Poner cosas encima, al lado o en el moño, no es Balenciaga precisamente. Por cierto, Vasco también (como Modesto -la otra parte gallega como «Amancio el nº 2»-) y el más grande de la historia. Balenciaga, digo.
Ale, y el que no lo pille que se pase por «….» a que le-la salven. Que no quiero querellas.