Brel, le plat pay: Degradado y ensalzado…!

La versión de Brel al final.

Es curioso como tantas voces y unos arreglos -mediocres en mi opinión- pueden desposeer del alma a una de las canciones que más me han conmovido a lo largo de mi vida. Quizá porque yo no tengo, tuve, he tenido, o tendré un «pay». Me lo robaron. Y el viento ronronea entre ramas que me pertenecen pero no puedo nombrar, y el agua arrecia sobre una costa celta que tampoco tiene el nombre de ese país que el mundo se conjuró un día para odiar, y acabó amándolo tanto, y admirándolo tanto, que sólo a los que somos suyos, nos queda despreciarlo, cada día.

Con todo. Cuando voy a Misa, en cada celebración, hay momentos que me emocionan profundamente, quietos en el tiempo «no soy digno de que entres en mi Casa pero una palabra tuya bastará para sanarme». Muchos. La elevación, claro. Y el arrodillarse en un mundo de dioses en el que ya nadie se arrodilla. Pero sobretodo, sobre todo, lo que me asombra -ah, el asombro… no me abandones o moriré-, es el momento de la Comunión… que se produce, un segundo después de la Comunión en sí. Después, realmente de haber comulgado y cuando el hombre siente en sí la intimidad de Dios. Veo esas caras, las mismas que reían hace un momento, que charlaban, que blasfemaban, o que amaban u odiaban, las veo, ahora, transformadas. Hombres y mujeres de una belleza enorme, la belleza de la mismedad. La belleza de estar con uno mismo que es estar con el Señor a solas. Son caras transfiguradas, sencillas, que bajan la mirada, que van consigo mismos, por un segundo, en la intimidad pública. Las veo pasar, diversas, con diversa aproximación a sus profundidades, pero las veo, casi siempre bellas y, casi siempre en paz. Es uno de los espectáculos más bellos que conozco. A menudo en la Iglesia del Carmen -putas, travestis, maricones, compradores, portadores de bolsas de la vecina calle Preciados, pobres, y señoras con pulseras y cruz de oro. Todos, todos, comparten algo que me asombra.

Lo mismo me pasa en este video que no me gusta en su parte musical… ni estética, digámoslo todo, pero sí en esos primeros planos de estar en comunión. De fluir con las palabras y con el viento del Norte. Con la vista guiada por las catedrales, esas montañas de civilización.

Aquí la versión de Brel. Cada uno disfrute lo que disfrute o no disfrute nada. Para mí es un pequeño ejemplo entre lo real, lo memorable, lo que nos da sed, y lo común, la masa, lo vulgar, elevado a espectáculo de la individualidad por el hacer del arte. La función del arte, es hacer más bello, a aquel a quien toca, a veces, para espectáculo de todos los afortunados que lo contemplan.

LETRA. FUENTE: LYRICSMODE

Avec la mer du Nord pour dernier terrain vague
Et les vagues de dunes pour arrкter les vagues
Et de vagues rochers que les marйes dйpassent
Et qui ont а jamais le cњur а marйe basse
Avec infiniment de brumes а venir
Avec le vent de l’est йcoutez le tenir
Le plat pays qui est le mien

Avec des cathйdrales pour uniques montagnes
Et de noirs clochers comme mвts de cocagne
Oщ des diables en pierre dйcochent les nuages
Avec le fil des jours pour unique voyage
Et des chemins de pluie pour unique bonsoir
Avec le vent d’ouest йcoutez le vouloir
Le plat pays qui est le mien

Avec un ciel si bas qu’un canal s’est perdu
Avec un ciel si bas qu’il fait l’humilitй
Avec un ciel si gris qu’un canal s’est pendu
Avec un ciel si gris qu’il faut lui pardonner
Avec le vent du nord qui vient s’йcarteler
Avec le vent du nord йcoutez le craquer
Le plat pays qui est le mien

Avec de l’Italie qui descendrait l’Escaut
Avec Frida la blonde quand elle devient Margot
Quand les fils de Novembre nous reviennent en Mai
Quand la plaine est fumante et tremble sous Juillet
Quand le vent est au rire, quand le vent est au blй
Quand le vent est au sud, йcoutez le chanter
Le plat pays qui est le mien